¿Qué ocurrió?
A través de una declaración pública es que las juntas de vigilancia se defienden del cuestionamiento del que han sido objeto durante las últimas semanas por la construcción de embalses.
¿Qué dice la declaración pública?
Las Juntas de Vigilancia somos instituciones sin fines de lucro cumplimos una función pública y existimos desde antes de la independencia de Chile para repartir las aguas que corren por ríos y esteros, apegados al derecho y la legislación. Somos organizaciones comunitarias, participativas y territoriales, en donde se agrupan los usuarios individuales, Comunidades de Aguas y Asociaciones de Canalistas.
Lejos de la soberbia, creemos que no existe ninguna otra institución que tenga mayor conocimiento local del agua. Nuestra experiencia histórica y conocimiento actual incluye el comportamiento de los ríos y esteros, de las nieves en cordillera y también de las necesidades del territorio.
¿Cuál es la situación actual?
La declaración continúa así “el cambio climático es una realidad que nos afecta a todos: llueve menos en gran parte del territorio nacional, pero también hay más eventos de lluvias extremas, con baja acumulación de nieve y enormes volúmenes de agua corriendo en superficie. De esto se trata la “crisis hídrica” que afecta a nuestro país desde hace más de 15 años. Lo anterior nos obliga a hacer lo mismo que hemos hecho frente a otras crisis: “ocupar la inteligencia y conocimiento en la búsqueda de soluciones”. Estas soluciones pueden ser de múltiples tipos: desde las novedosas, basadas en la naturaleza, hasta las clásicas y conocidas de infraestructura.
Es urgente generar un plan de infraestructura hídrica, que combine las mejores soluciones para cada caso y en cada cuenca. Donde se puedan materializar soluciones de bajo costo, las apoyaremos; pero también debemos avanzar decididamente en soluciones como los Embalses, que son reguladores de la alta variabilidad hidrológica. No aceptar esta realidad sería irresponsable para el bienestar y progreso de las actuales y futuras generaciones de chilenos.
¿Cómo enfrentan las críticas ante el último sistema frontal?
El documento señala que “el reciente fenómeno climático de intensas lluvias mostró, sin necesidad de modelos teóricos, que las cuencas con embalses acumularon mucha agua para riego, generación y uso en agua potable (casi todos se llenaron) y fueron excelentes reguladores de flujo para aminorar los daños por las crecidas extremas, lo que evitó mayores afectaciones a casas, hospitales, escuelas, caminos, etc.
Los embalses son obras plenamente vigentes y necesarias en Chile y el mundo. Hay proyectos de embalses en distintas etapas de desarrollo en California, Suiza, India, China, Australia, etc. Los embalses cumplen múltiples roles, se aprovechan para generación eléctrica, para acumulación de aguas de invierno, para control de crecidas, además de sus positivos efectos sobre el desarrollo de nuevos ecosistemas que permiten la conservación de flora y fauna, y para la creación de espacios para el desarrollo del turismo y actividades recreativas.
Por su natural complejidad técnica y tiempos de ejecución, las mejoras en obras de riego y Embalses deben ser un programa de Estado que respalden todos los sectores políticos, productivos y también la ciudadanía, con horizontes de tiempo que, por cierto, van más allá de una administración gubernamental.