¿Qué tan bueno era el “loco” Peric?, le pregunté a López. Sí, bueno, en realidad no tan bueno, era más show, tu entiendes, por algo le pusieron el “loco”, además su mejor época no fue en Rangers, quizás en Audax Italiano, o en Argentinos Juniors donde fue campeón, o cuando le hizo el gol a Bolívar de arco a arco, sí, tal vez le favoreció la altura, o el mate de coca, ve tu a saber, pero hay que hacer ese gol, no, eso fue jugando por la Universidad de Concepción, caro ese gol, carísimo, le hicieron un control y lo suspendieron seis meses por dóping de cocaína, yo le creí, tu no supongo, tu que idolatras al “mono” Sánchez, pero en una de esas se parecen, el “mono” tiene sus locuras, a ambos les gusta hablar con los periodistas, tirar la talla, aletear, povonearse, encarar sin ser delantero, gritar, vociferar, prometer combos, retarse a duelo, pero el Nico no tiene rivales fuera de la cancha, algunos hacen el esfuerzo, pero el Nico es pura cháchara, le gustan las luces de la televisión, por eso lo invitaban a programas de farándula, cuando la farándula estaba de moda, cuando a nadie le importaba ventilar su vida privada, tu sabes de esto, tu trabajaste en un programita de esos, ya, no te enojes, si me preguntas por un arquero te dire sin dudarlo “palitroque”, el mismísimo Arturo Emilio Rodenak, él, el único, mañoso el viejo, me gustaba cuando lo entrevistaban, ya retirado, y mandaba a la cresta a los periodistas, es cierto, no lo vi jugar, pero solo escuchar sus aventuras era un deleite, leer los artículos de la Revista Estadio, nunca me hizo falta ver sus atajadas para saber que es el mejor, gracias al “palitroque” que le tengo cariño a Péric, gracias a Rodenak entendí que ser arquero no es solo evitar goles, ser alto, ágil, veloz, de buenos reflejos, no señor, ser el último hombre es ser el primero, es mucho más que usar guantes mientras todos esperan que te equivoques, ser arquero es gritar a todo pulmón, es subir a un corner en el último minuto, es balancearse como un mono, es recibir una goleada y que te apunten con el dedo, es entender que la vida no es vida sin goles en contra.
Sí, es buen arquero el “loco” Péric. Ya entendí.
Ciudadano Kein